Bluebell Wood - Brooklyn Botanic Garden
Bluebell Wood

Bluebell Wood

More than 50,000 bluebells (Hyacinthoides hispanica ‘Excelsior’) are planted under a mature stand of oak, birch, and beech trees just south of Cherry Esplanade. In late April, the bluebells burst into flower and create an enchanting woodland display. As these spring ephemerals fade, summer-blooming hardy begonias emerge providing pink flowers in summer and lovely reddish foliage in fall.

Immerse yourself in waves of sweet-smelling blue blossoms as you explore the Garden’s beloved Bluebell Wood in this mesmerizing video by cinematographer Nic Petry of Dancing Camera. Enjoy it at full screen!

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In Bluebell Wood, thousands of Spanish bluebells are nestled under the dappled shade of beech, elm, and birch trees. Listen along as Fernanda Incera, Interpretation assistant at BBG, shares her favorite stories about this special area of the Garden.

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In between an area of shadows and tree canopies grows an explosion of pale blue and violet petals. Welcome! I’m Fernanda Incera, the assistant to the Interpretation department, and this is Bluebell Wood.

This part of Brooklyn Botanic Garden is nestled in what we call the beech, elm and birch collection. As expected, if you look around you will find several oak, birch, elm and beech trees. All these trees have a very specific thing in common: they grow huge branches with big leafy canopies that create a shadow wherever they are planted. That means that not just any plant can grow in their shade. That is where Spanish bluebells come in!

Designed by Robert Hyland, Brooklyn Botanic Garden’s former Vice President of Horticulture and planted in 1994, Bluebell Wood is a collection of over 45,000 Spanish bluebells. Their scientific name is Hyacinthoides hispanica ‘Excelsior’, and since they can grow in partial to full shade, they are perfect for this space.

This species of Hyacinthoides is very different from other kinds of bluebells. They are commonly mistaken for their English counterparts, but Spanish bluebells have important characteristics that distinguish them from the others. The first thing to note is that their stems are sturdier and stand straighter than English bluebells.

The second main characteristic is that their blossoms are arranged on all sides of the stem. Since every Spanish bluebell has 12 or more flowers per stem, this placement makes all the difference: the flowers look even more abundant, creating a more dramatic show along the lawn.

But the main reason why Spanish bluebells are so magnetic is their striking periwinkle color. This pale blue-lavender hue covers their petals up to their open flower tips. If you take a closer look, you might even notice that their pollen is blue, too! When they bloom, the flowers look like a floating ocean of lavender hues or like a light blue-violet sky among the trees.

Following its creation, Bluebell Wood quickly became a favorite feature of the Garden. In fact, the woodland display worked so well that an additional 3,000 Spanish bluebells were planted at the south side of the area in 2019.

Spanish Bluebells bloom for about 2 weeks in late April to mid- May and are perennial flowers, which means they die and come back every year. But what happens while the bluebells are gone? Well, the hill is never alone, so to speak.

Planted among the Spanish bluebells you will find hardy begonias, or Begonia grandis. These start leafing out during the summer just as soon as the foliage of the Spanish bluebells dies down. These two species of plants live in harmony, mixed among one another, and bloom in a cycle. This is what we call interplanting.

If you walk through Bluebell Wood at any given time, you will realize that according to Brooklyn Botanic Garden, or at least to me, good things do grow in the shadows.

Español

En el Bosque de las Campanillas, miles de campanillas españolas está ubicadas entre las sombras de las hayas, olmos y abedules. Escucha mientras Fernanda Incera, la asistente del departamento de Interpretación del Jardín Botánico de Brooklyn, comparte sus historias favoritas sobre esta área especial del jardín.

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Entre un área de sombras y las copas de los árboles, crece una explosión de pétalos azul pálido y violeta. Bienvenidos, soy Fernanda Incera, la asistente del Departamento de Interpretación y este es el Bosque de las Campanillas.

Esta parte del Jardín Botánico de Brooklyn está ubicada en lo que llamamos la colección de las hayas, olmos y abedules. Tal como lo esperas, si miras a tu alrededor encontrarás varios robles, abedules, olmos y hayas.

Todos estos árboles tienen una cosa muy específica en común: crecen ramas enormes con grandes copas llenas de hojas que crean una sombra en cualquier lugar en donde sean plantados. Eso significa que no cualquier planta puede crecer en su sombra… Ahí es en donde entran las campanillas españolas!

Diseñado por Robert Hyland, el antiguo vicepresidente de horticultura del Jardín Botánico de Brooklyn, y plantado en 1994; el Bosque de las Campanillas es una colección de 45,000 campanillas españolas. Su nombre científico es Hyacinthoides hispanica ‘Excelsior’ y como pueden crecer en sombra parcial a total, son perfectas para este espacio.

Esta especie de Hyacinthoides es muy diferente a otros tipos de campanillas. De hecho, son comúnmente confundidas por sus contrapartes inglesas, pero las campanillas españolas tienen características importantes que las distinguen de las otras.

Lo primero que hay que mencionar es que sus tallos son más fuertes y rectos que los de las campanillas inglesas. La segunda característica principal es que sus flores crecen alrededor del tallo. Dado que cada campanilla española tiene 12 o más flores en cada tallo, esto hace toda la diferencia. Las flores se ven más abundantes, creando un espectáculo más dramático a lo largo del césped.

Pero la razón más importante por la que las campanillas españolas son tan magnéticas es su impresionante color azul lavanda. Este tono cerúleo pálido o violeta se expande por sus pétalos hasta las puntas abiertas de sus flores. Si las miras más de cerca podrás notar que hasta su polen es azul! Cuando florecen, las flores se ven como un océano flotante de matices lavanda o como un cielo azul claro y violeta entre los árboles.

Después de su creación, el Bosque de las Campanillas se convirtió rápidamente en una de las áreas favoritas del jardín. De hecho, el campo funcionó tan bien que unas 3,000 campanillas españolas adicionales fueron plantadas en la parte sur de la zona en el 2019.

Las campanillas españolas florecen alrededor de dos semanas, desde finales de abril hasta mediados de mayo y son flores perennes, lo que significa que mueren y regresan cada año. Pero, ¿qué pasa mientras las campanillas no están? Bueno, la colina nunca está sola.

Sembradas entre las campanillas españolas encontrarás una especie de begonias de nombre científico Begonia grandis. Las hojas de estas begonias empiezan a salir durante el verano tan pronto como las campanillas españolas mueren. Estas dos especies de plantas viven en armonía, mezcladas unas entre otras y florecen en un ciclo. Esto es lo que llamamos intersiembra.

Si caminas a través del Bosque de las Campanillas en cualquier momento, te darás cuenta de que de acuerdo al Jardín Botánico de Brooklyn, o al menos de acuerdo a mí, las cosas buenas sí crecen en las sombras.

Highlights

Image, top of page: Blanca Begert